"Babilonia no es otra cosa que un infinito juego de azares".
-J. L. Borges.
El señor del petróleo se encontró con que su pozo estaba vacío. Decidió buscar su oro negro en los pozos ajenos, lejanos. Así desató su juego de guerra imponiendo sus reglas:
"Yo disparo mientras ustedes caen".
Y así se hizo porque Dios estaba de su lado.
Nota: así como Dios, éste hombre se niega a revelar su rostro ante la opinión pública.
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