"Y él apoyó su cabeza en el pecho de ella: sintió el correr de la sangre por sus venas, oyó el batir de su corazón. Enterró el rostro en su regazo, notó dos labios ardientes en su cuello, sintió un estremecimiento helado, un deseo escalofriante, y oprimió con violencia el cuerpo de ella contra el suyo".
-Edvard Munch
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